domingo, 27 de junio de 2010

Empate entre Independiente Santander y P&Z

Bucaramanga, 27 de junio del 2010.

Partidazo. Por donde quiera que se mire el compromiso jugado anoche en el coliseo Edmundo Luna Santos entre el Independiente Santander y P&Z, fue un verdadero partidazo de microfútbol, lleno de emociones, goles y fútbol de salón de gran factura. Como era de esperarse, la manija del compromiso la llevó rápidamente el local, Independiente Santander, respaldado por su experiencia, jerarquía, gran nómina y mejores números en la tabla de posiciones de un Grupo ‘A’ que ha resultado muy apretado en la parte alta de la clasificación.

"FOTO CORTESÍA VANGUARDÍA LIBERAL"

Apenas comenzaba el compromiso cuando ya John Freddy Celis estrellaba un remate en el paral derecho del pórtico norte del viejo hangar del Gómez Niño. Un par de minutos después, fue Jeisson Rodríguez quien hizo lo mismo, pero en el palo opuesto, como advirtiendo lo que buscaba el cuadro dirigido por Giovanny Hernández: goles; goles que le garantizaran los dos puntos y la posibilidad de seguir pegadito de los primeros lugares, conocedores ya del resultado del compromiso en Soacha entre Saeta y Heroicos a favor de los cundinamarqueses. Pero los verdolagas del técnico Hugo Acosta vinieron decididos a llevarse un buen botín del fuerte independentista. Al minuto 4’35 en una falla del quinteto rojinegro llegó el primer tanto del partido para la visita, por intermedio de Steve Muñoz, quien no perdonó el yerro local. El Independiente siguió insistiendo, teniendo la pelota, circulándola de lado a lado, buscando abrir el espacio justo en un P&Z completamente cerrado, abroquelado, hermético en su propio campo, tácticamente muy aplicado y serio en la marca.

En una incursión independentistas, ‘el panadero’ William Estupiñán robó la pelota cerca de la bomba de su área, trianguló rápidamente con Steve Muñoz y Miguel Sierra, al clásico toque – toque, apareciendo sólo, sin marca para tocarla con la parte interna del botín derecho y poner el 0 x 2 a los 9’03 de la inicial. Coliseo mudo y todos mirándose con todos. Pero el trago más amargó estaba por venir. Otro balón suelto en terreno de P&Z recuperado por Miguel Sierra, tocó de primera por banda derecha con Alexánder Hernández, quien condujo para dejar a Óscar Molina para que tocara suave y definiera delante del portero Édgar Gualdrón, sin mucho por hacerse al balón. 0 x 3 y apenas iban 9’56. La reacción esperada llegó por fin. 14 segundos después Rodríguez volvió a estrellar la Golty en el palo y otro grito de gol que se quedaba a medio cantar. Vino luego una sociedad entre Falcón, Ruiz y Pinilla para que éste definiera en la cabecera del área defendida por Sigifredo Bernal, para, por fin, al minuto 10’30, vulnerar su valla y anotar el descuento. De ahí en adelante el juego se volvió una herradura; sólo en escasas oportunidades, y desde media distancia casi todas las veces, los rolos buscaron inquietar el pórtico independentista.

Al minuto 16’22 el cuadro de la visita llegó al límite de faltas. Balón de nueve metros, Rigoberto Sánchez tomó la pelota para cobrar, sacó un verdadero misil de un puntazo que se elevó y se estrelló contra el horizontal con un portero vencido totalmente, pero el esférico se elevó como un volador sin palo, resistiéndose a ingresar al ‘rezado’ marco bogotano. En el rebote, Sánchez llegó de nuevo por el elevado de grandes ligas, pero fue cargado violentamente por la espalda por Óscar Molina; penal monumental, claro y sin discusión, que ni la señora Luz Dary Caro, del Atlántico, ni John Gutiérrez, del Antioquia, encargados del arbitraje, atinaron a señalizar con el máximo castigo. Error más grande que el propio coliseo. Así se fueron al descanso con un 1 x 3 a favor de la visita.

En el segundo tiempo independiente Santander salió como león herido, herido en su orgullo, herido en su micro, herido en su amor propio, pues había puesto todo y de todo en la cancha y tenía un marcador en contra que era injusto, si es que en el micro existe la justicia. Pero el equipo entendió en el descanso que era preso de su propia suerte. Por ello el cambio inmediato de actitud, pasar de la lamentación a la acción para darle vuelta a un marcador que se veía venir favorable, por juego, por micro, por opciones, pues llegaron de todos los lados, de todas las facturas, de pierna derecha de pierna izquierda, el fin… era un concierto de disparos a puerta.

Cuando el cronógrafo marcaba el minuto 3’16 el venezolano Cheo Falcón marcó un gol de antología. Corrida por la izquierda, pegado a la raya de costado, se dio media vuelta con un hombre marcándole a presión, respirándole en la nuca, y sacó y remate que, la verdad nos costó observar a todos en el coliseo, por la potencia y la velocidad que llevaba, para meterse en el segundo palo y poner el juego chiquitico.

Con el marcador apretado y el juego que estaba mostrando el Independiente Santander, el empate se veía venir y pasar derecho. Pero el cuadro de casa no contaba con la noche de Bernal. El portero bogotano sacó de todo, con la derecha, con la izquierda, abajo, a media altura, estiradas espectaculares, casi de goma, que arrancaron aplausos sinceros en los cerca de 400 seguidores que llegaron al escenario de la ciudadela Real de Minas.

Y es que cuando no era Bernal, eran los palos; palos benditos palos, los que salvaron a P&Z. Una vez con Pinilla, otra con Falcón, una más con Jonathan García. Pero, como dice el viejo dicho: tanto va el agua al cántaro… Pinilla tomó un balón en media cancha, avanzó tres metros y sacó un zurdazo buscando la base del palo izquierdo del golero Bernal, pero el balón alcanzó, en medio del bosque de piernas, a tocar el botín derecho de Fabián Rozo para desubicar al portero y terminar en el fondo de la red. Un gritó desgarrado de gol que retumbó en el coliseo.

Independiente fue una tromba, puso toda la asadura sobre la parrilla, no se guardó nada para ganar el juego, pero P&Z no se desesperó ni se dejó sacar de sus casillas por parte de un público que, a pesar de no llegar en gran número, alentó a rabiar y sin descanso a su equipo. Otra vez el portero Sigifredo Bernal volvió a aparecer y a hacerse figura. Y es que no es exageración, pero Bernal sacó anoche por lo menos 10 balones claros de gol, remates de media y corta distancia, otros mano a mano, con reflejos felino y cauchito en sus piernas. Fue la gran figura. ¡Qué digo figura!... ¡Figurononón!!!

Al final dos jugadores de la visita vieron la tarjeta azul. Miguel Sierra, ya con amarilla, alegó de manera poco ortodoxa a la juez Caro y ésta no dudó en echarlo con sus malos modales para otra parte. La otra fue para Óscar Molina, quien en una conducta reprochable y antideportiva, en la cual debería tomar cartas la comisión disciplinaria, derramó reiteradamente agua en el maderamen para obligar a la detención del compromiso, hasta que el árbitro asistente lo pilló con las manos en la masa, o mejor, con el agua en las manos, y no dudó el mandarlo temprano para las duchas.

Al final, un sinsabor por no haber podido ganar el juego, pero luego de analizar el compromiso, tranquilos porque se remontó un marcador amplio de manera tempranera, se puso corazón en el maderamen, se jugó bien gran parte del partido, volvió Cheo Falcón con bríos para ayudar a resolver y se salvó un punto que estaba casi perdido para seguir entre los clasificados. 3 x 3 peleado, aguerrido y bien jugado en gran parte del compromiso.

LO QUE DIJERON

- Cheo Falcón: “Bueno, siempre es bueno regresar a jugar, yo estuve dos semanas por fuera y tenía muchas ganas de regresar, y si es con gol como el que hice, pues mejor aún”.

- John Pinilla: “Rescatamos un punto que estaba casi perdido. Hoy creamos creo que más opciones en un solo partido, que las que hemos creado en todo el torneo, pero no la metimos y ellos nos cobraron tres errores al contragolpe”.

- Édgar Gualdrón: “Otra vez nos anotan por culpa de nuestros errores; nos están cobrando casi todos los sábados. Pero bueno, pusimos de “aquello” y alcanzamos a igualar un partido que estaba 0x3, y creo que eso merece una alegría, así sea agridulce”.

- John Freddy Celis: “Uyyy, hoy le pegamos desde toda partes, pero Sigifredo estaba en su noche; hasta le pegaron sin que él se diera cuenta. Y bueno, cuando no fue “Sigi”, fueron los palos, qué le vamos a hacer”.

- Giovanny Hernández: “Ya les había dicho que esto podría ser así, porque ellos tienen un equipo supremamente rápido y muy táctico; fue muy duro y muy buen partido, pero queda ahí la desazón porque la idea era otra; ahora a trabajar los dos juegos seguidos que se nos vienen de local, Esmeraldas y Bello Independiente”.

SÍNTESIS:

IDEPENDIENTE SANTANDER: (3)

Édgar Gualdrón, John Pinilla, Jeisson Rodríguez, John Celis y Fabio Ruiz.
CAMBIOS: Jonathan García, Cheo Falcón, Juan Carlos Cañón y Rigoberto Sánchez.
GOLES: Pinilla (Min 10’30PT y 10’42ST) y Cheo Falcón (3’16ST).
AMARILLAS: Pinilla (19’05PT) y Jonathan García (17’53ST).

AZULES: No hubo.

P & Z
Sigifredo Bernal, William Estupiñán, Alexánder Hernández, Miguel Sierra y Steve Muñoz.
CAMBIOS: Óscar Molina, Fabián Rozo, Diego Ortiz, Johan Rodríguez y Jair Ávila.
GOLES: Steve Muñoz (4’35PT), William Estupiñán (9’03PT) y Óscar Molina (9’56PT).
AMARILLAS: Óscar Molina (7’27PT), Fabián Rozo (4’52ST), Sigifredo Bernal (17’50PT), Miguel Sierra (4’55ST), Steve Muñoz (8’46ST).
AZULES: Miguel Sierra y Óscar Molina.
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FUENTE: CORPORACIÓN INDEPENDIENTE SANTANDER FÚTBOL DE SALÓN
AV. EDUARDO SANTOS # 28 - 85 - TEL: (7) 694 3977
BUCARAMANGA

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