Bucaramanga, 6 de diciembre del 2009.
La tercera jornada del Campeonato nacional de cinturones negros categoría mayores – Copa Federación, registró la presencia de los competidores en las categoría más pesadas, combates esperados por los amantes del deporte de la patada y el puño.
En damas, la categoría 57 a 62Kgs fue dominada por la experimentada Nataly Góez, haciendo respetar su trayectoria y experiencia internacional sobre la casanareña Judith Pérez, quien recién inicia su presencia en el concierto nacional entre los máximos cinturones. El bronce fue para la bolivarense Érika Hurtado y la boyacense Marcela Alvarado.
Sólo tres niñas se presentaron para disputar los honores en la categoría de 62 a 67Kgs: Ariyuri Amarís, de Bolívar; Ana María López, de Casanare; y Carolina Castiblanco, de Boyacá. En la primera salida Castiblanco y López protagonizaron un duro combate que terminó igualado a 11 puntos por bando, obligando al ‘golpe de oro’ en un asalto extra. Castiblanco, quien había comenzado el pleito por debajo del tanteador, se recompuso y sacó un certero derechazo con el que sorprendió a López para quedar con el pase a la final, donde no tuvo mayores problemas para vencer 10x1 a la niña de las ‘aguas tranquilas’ Amarís.
En 67 a 73Kgs se presentó idéntica situación. Se anunciaron Paola Benavides, del Valle; Mara Herazo, de Bolívar; y Sandra Vanegas, de Boyacá. Por sorteo Benavides esperaba ganadora entre Herazo y Vanegas, cosa que hizo sin despeinarse la boyacense con marcador de 16x2. En la final, Vanegas manejo el ritmo del combate, controló los embates de la vallecaucana y sólo le bastaron dos contra-ataques para ganar 2x1 la medalla de oro. Pelea calificada de muy técnica y táctica.
Las cosas entre las niñas de 73Kgs. fue aún más pobre, en cuanto a participación se refiere, pues sólo dos competidoras se presentaron ante los jueces. En insólito combate lo protagonizaron Lorena Díaz, de Boyacá, y Victoria Buitrago, de Santander, quienes lucharon por llevarse el oro en un único combate. Díaz, de más recorrido y experiencia, no tuvo atenuantes y se impuso 16x4 ante la hormiguera. Oro para Boyacá, plata para Santander y el oro fue un desierto.
El director del campeonato y presidente de la Liga Santandereana de Taekwondo, Juan Carlos Franco Mendoza, fue el encargado de entregar el parte de satisfacción por la acogida, la excelente participación y el normal desarrollo del evento. “Cuando uno tiene la responsabilidad de recibir a los mejor del país en su campo, pues no falta el nervio previo, pero gracias adiós la organización resultó diez puntos, por lo que nos podemos sentir más que satisfechos”, afirmó.
Entre los caballeros, la cifra de participantes, sumadas las cuatro categorías pendientes, subió a 37; 14 para la categoría de 74Kgs, 11 en 80Kgs, 6 en 87 y 6 en más de 87Kgs.
En la primera de ellas, lograron meterse en la semifinal los atlanticenses Pedro Castro y Gerson Ortega, el bogotano Aurelio Velandia y Julio Cesar Duque, de las Fuerzas Militares. Velandia derrotó a Ortega y Duque a Castro, los dos ‘quilleros’ por fuera de la final. En la disputa del oro el bogotano Velandia demostró por qué es uno de los mejores en el país y sentenció el combate a favor dela delegación ‘rola’.
Para las semifinales de 80Kgs alcanzaron sus tiquetes Dúval Asprilla y Hugo Quevedo, de Boyacá; Sergio Castañeda, de Bogotá; y el guajiro Carlos Causado. Quevedo y Causado dieron buena cuenta de Castañeda y Asprilla, respectivamente para definir entre sí el metal precioso, logró que alcanzó in extremis el guajiro Quevedo, cuando el reloj marcaba sólo tres segundos para terminar el duelo.
Los seis deportistas inscritos en los 87Kgs fueron muy parejos en su calidad técnica, por lo que se convirtió en una de las categorías más estrechas. En semifinales, Alejandro Cañas, de Boyacá, no tuvo inconvenientes para derrotar al cartagenero Cristian Salcedo, quien venía de ganar en primera ronda ante el caucano Holdan Villacreces. Por el otro lado de la pirámide, el ‘niche’ Asprilla sacó a Arias de carrera y accedió a la finalísima donde se midió cara a cara a un Cañas que parecía imparable. El duelo no podía ser mejor para los boyacenses, pues sus dos fichas estaban en la última instancia, pero los honores se los llevó el de más experiencia y mejor taekwondo: Alejandro Cañas.
El climax del cierre en los cumites lo protagonizaron Sergio Hoyos, de Santander, y Federico Soto, de Boyacá; ambos con pergaminos, recorrido y presencia en selección Colombia. Hoyos dejó en el camino a la final al guajiro Juan Carrillo, mientras que Soto hizo lo propio con el cartagenero Oswaldo Terragloza. Hoyos fue inteligente, pegaba y salía, aprovechó su potencia y no se dejó ablandar por los golpes no permitidos que su oponente le propinó en tres ocasiones. Fue paciente y atacó casi sobre el tiempo para ganar su pleito 7x4 y entregarle la segunda presea dorada al equipo anfitrión.
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