COPA AMERICA GRUPO C : EL CLIMA EN EL PROXIMO RIVAL DE ARGENTINA ES UN INFIERNO
Al 5-0 que sufrió ante Paraguay se le suma un muy especial momento político.
Daniel Lagares
Al 5-0 que sufrió ante Paraguay se le suma un muy especial momento político.
Daniel Lagares
MARACAIBO ENVIADO ESPECIAL
dlagares@clarin.com
Se les mezcla todo a los colombianos. A los jugadores, al técnico, a la prensa, a los hinchas que están aquí y que están allá, muy cerca, cruzando hacia el occidente. Dolor, rabia, impotencia por la goleada vergonzante que no deja de ser un mero resultado deportivo pero que cayó en el peor momento político del país tras conocerse el crimen de los 11 diputados a manos de las FARC. Un cóctel ideal para confundir las cosas.
El primero que parece no tener las cosas claras es el entrenador Jorge Luis Pinto. "Vamos a hacer ajustes pero no sé qué equipo voy a poner contra Argentina. No descarto hacerlo con un 4-1-3-2 ó un 4-2-2-2. Lo que es seguro es que la prensa no va a imponer el sistema, yo tengo el propio" dijo en la conferencia de prensa matutina en el hotel Maruma, que por momentos se transformó en un cruce fuerte de opiniones porque los fervorosos cronistas siempre anteponían una dura opinión a la pregunta siguiente.
dlagares@clarin.com
Se les mezcla todo a los colombianos. A los jugadores, al técnico, a la prensa, a los hinchas que están aquí y que están allá, muy cerca, cruzando hacia el occidente. Dolor, rabia, impotencia por la goleada vergonzante que no deja de ser un mero resultado deportivo pero que cayó en el peor momento político del país tras conocerse el crimen de los 11 diputados a manos de las FARC. Un cóctel ideal para confundir las cosas.
El primero que parece no tener las cosas claras es el entrenador Jorge Luis Pinto. "Vamos a hacer ajustes pero no sé qué equipo voy a poner contra Argentina. No descarto hacerlo con un 4-1-3-2 ó un 4-2-2-2. Lo que es seguro es que la prensa no va a imponer el sistema, yo tengo el propio" dijo en la conferencia de prensa matutina en el hotel Maruma, que por momentos se transformó en un cruce fuerte de opiniones porque los fervorosos cronistas siempre anteponían una dura opinión a la pregunta siguiente.
"La patria está dolorida" llegó a decir uno y continuó "y encima la selección Colombia perdió 5-0" agregó. A esa altura, los jugadores ya habían leído las crónicas de los enviados que despedazaban el rendimiento del equipo aunque admitían que el 5-0 fue exagerado. Como los futbolistas sabían qué decían de ellos, también debían estar enterados de la situación política en el país. Sin embargo, no hubo manifestaciones sobre el tema.
La noche anterior, a la salida del Pachencho Romero, algunos futbolistas afirmaban no estar enterados del asesinato de los 11 diputados. Era imposible que no lo supieran pero parte de la prensa también cargó sobre ellos por eludir el tema. Los 11 que arrancaron la Copa América, los 3 que ingresaron en el segundo tiempo y el técnico Pinto atrajeron sobre sí todos las espadas disponibles. Las justificadas y las desmesuradas.
Con ese clima, el plantel amaneció bajo el tórrido clima de Maracaibo. Mientras arrastraban las piernas por el Maruma, los jugadores argentinos se daban un baño de felicidad en la piscina del hotel. El contraste era feroz. ¿Cómo recuperar un equipo en estas condiciones?
El entrenador admite que todavía no sabe qué sistema utilizará, pero no es la razón de fondo. El asunto es anímico y en circunstancias como éstas deben aparecer los jefes, caciques, caudillos, líderes o como se llamen. Pero no aparecieron en el partido y, por ahora, tampoco dan señales de vida. En el pautado encuentro con la prensa estuvieron el técnico, el arquero Miguel Calero y David Ferreira, el mejor ante los paraguayos. Por trayectoria, se esperaban otros nombres: Córdoba, Yepes, Vargas...
Es tan profundo el desconcierto en el plantel y el cuerpo técnico que la sesión de entrenamiento vespertino tuvo horario impreciso. La desorganización de los colombianos ayuda al caos. El grupo viajó sin jefe de prensa y recién al cuarto día de estadía aquí, llegó Víctor Roza, el responsable del área. Ayer se dijo que el entrenamiento iba a ser a las 16. Luego que sería a las 17. Son horarios imposibles para moverse porque el clima demuele. Finalmente, a las 18.25 el micro 020 depositó a los jugadores en la cancha del Hotel del Lago. El atraso, se supo, fue porque antes hubo una reunión de autocrítica de los futbolistas y el cuerpo técnico. Hubo silenzio stampa tras la práctica con el Casa D'Italia, un equipo amateur venezolano. Pero los rostros, los gestos, las actitudes corporales de los jugadores demuestran abatimiento, como si estuvieran entregados.
El lunes, este equipo avergonzado tiene una chance inmejorable para dar una prueba de carácter. No hay mejor rival que Argentina para lavar las culpas ante su público. Mientras llega esa ho ra, a los jugadores y a Pinto, como al otro Jorge Luis, no los une el amor. Colombia, toda, es sólo espanto.
Con ese clima, el plantel amaneció bajo el tórrido clima de Maracaibo. Mientras arrastraban las piernas por el Maruma, los jugadores argentinos se daban un baño de felicidad en la piscina del hotel. El contraste era feroz. ¿Cómo recuperar un equipo en estas condiciones?
El entrenador admite que todavía no sabe qué sistema utilizará, pero no es la razón de fondo. El asunto es anímico y en circunstancias como éstas deben aparecer los jefes, caciques, caudillos, líderes o como se llamen. Pero no aparecieron en el partido y, por ahora, tampoco dan señales de vida. En el pautado encuentro con la prensa estuvieron el técnico, el arquero Miguel Calero y David Ferreira, el mejor ante los paraguayos. Por trayectoria, se esperaban otros nombres: Córdoba, Yepes, Vargas...
Es tan profundo el desconcierto en el plantel y el cuerpo técnico que la sesión de entrenamiento vespertino tuvo horario impreciso. La desorganización de los colombianos ayuda al caos. El grupo viajó sin jefe de prensa y recién al cuarto día de estadía aquí, llegó Víctor Roza, el responsable del área. Ayer se dijo que el entrenamiento iba a ser a las 16. Luego que sería a las 17. Son horarios imposibles para moverse porque el clima demuele. Finalmente, a las 18.25 el micro 020 depositó a los jugadores en la cancha del Hotel del Lago. El atraso, se supo, fue porque antes hubo una reunión de autocrítica de los futbolistas y el cuerpo técnico. Hubo silenzio stampa tras la práctica con el Casa D'Italia, un equipo amateur venezolano. Pero los rostros, los gestos, las actitudes corporales de los jugadores demuestran abatimiento, como si estuvieran entregados.
El lunes, este equipo avergonzado tiene una chance inmejorable para dar una prueba de carácter. No hay mejor rival que Argentina para lavar las culpas ante su público. Mientras llega esa ho ra, a los jugadores y a Pinto, como al otro Jorge Luis, no los une el amor. Colombia, toda, es sólo espanto.
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