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Bucaramanga FSC se jugó en la noche del sábado el mejor partido de lo que va de la Copa Postobón de Microfútbol no sólo por lo que representó llegar a la punta del ‘Grupo A’, sino por las mismas características del rival, su chapa de invicto, el hecho de verse abajo en el marcador durante dos ocasiones y porque la compensación estuvo a la orden del día en el sistema táctico del técnico Éngelvert Vergel.
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Bucaramanga FSC alcanzó nuevamente la punta del Grupo A tras golear 8-2 a un P&Z que pareció tener argumentos pero que al final sucumbió ante la arrogancia ofensiva de un equipo colectivo lleno de individualidades. No en vano la gran figura fue Diego Castillo quien se hizo presente en el marcador durante cuatro ocasiones.
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P&Z comenzó ganando al sorprender al minuto 7 al arquero local, José Bravo, tras un remate preciso del golero Bernal. Fue sin duda un ‘baldado de agua fría’ para el equipo que hasta ese momento había hecho mejor las cosas. Claro está que sólo pasarían tres minutos para sentenciar el empate con el golazo del argentino Diego Altuna. En esa jugada el equipo pareció interesarse más en la aparente lesión de Jesús Gualdrón quien se estrelló contra el paral cuando acompañaba la jugada del gaucho y se desconcentró. P&Z no perdonó y de inmediato Jahir Ávila desequilibró nuevamente el marcador.
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Con el resultado adverso, Bucaramanga no entró en pánico, es más, se volvió más colectivo, con jugadores gallardos defendiendo sus propios argumentos. Hasta que llegó el empate y con él, la apertura de la senda triunfal y el destape de Diego Castillo quien en una jugada de fantasía provocó un respiro reconfortante entre los casi 600 aficionados que acudieron el coliseo Edmundo Luna Santos pese al torrencial aguacero.
Tras el empate, Cristian Banegas puso por primera vez al equipo arriba en una maniobra individual cuando transcurría el minuto 15 de la parte inicial. Castillo pondría el 4-2 y Luis Salcedo el 5-2, resultado con el cual terminó el primer tiempo.
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Para la etapa complementaria Castillo extendería la cifra al minuto cuatro, con el mejor gol de todos, al mejor estilo de este habilidoso jugador santandereano. Ya la goleada era una realidad de a puño, la misma que seguiría cristalizándose un minuto más tarde con su cuarta anotación de la noche.
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Pero sería el argentino Altuna quien se encargaría de poner cifras exactas al ‘pleito’ en un rápido contragolpe a ocho del final. Un 8-2 que deja un sinsabor en las huestes bogotanas pero que para el local resultó ser la recuperación de la confianza. El Bucaramanga FSC de esta noche jugó el mejor partido de su historia, especialmente porque ya se le ve trabajo.
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“Estoy muy orgulloso del trabajo de los muchachos. Hoy me siento muy tranquilo porque los jugadores nos entregaron su mejor repertorio de lo que debe ser un equipo”, afirmó el técnico santandereano Éngelvert Vergel.
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Por su parte el técnico de P&Z, Hugo Acosta elogió el trabajo del local, argumentando su hipótesis en lo práctico que es el equipo de Vergel: “Perdimos ante un grande. Veníamos a justificar nuestro primer lugar pero nos encontramos con un señor equipo de microfútbol. Juegan a lo mismo, a penetrar con su pívot, pero lo hacen muy bien”, puntualizó el técnico Acosta.
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Bucaramanga jugará el próximo sábado en Chiquinquirá y de hoy en 15 el clásico de clásicos: el enfrentamiento regional ante Independiente Santander.
