(El Pais.com.co) - El rostro de Hernán Darío Gómez en la rueda de prensa post-derrota 0-2 ante Perú, por más que lo quiso disimular, denotaba impotencia, rabia, desazón y, como él mismo lo llama en determinados momentos, 'mucha piedra'.
Igual aconteció con los jugadores cuando pasaron por la zona mixta del estadio ‘Mario Kempes’ de Córdoba, minutos después de consumada la eliminación de la Copa América.
Seguramente esos sentimientos quedaron marcados en los aficionados colombianos que siguieron 'en vivo y en directo' el partido desde las gradas del escenario, y los que estuvieron pegados del televisor en cualquier rincón del planeta.
Todos esas sensaciones tienen una clarísima explicación: el que sacó a Colombia de la Copa América fue Perú y no Argentina, Brasil, Uruguay o Paraguay. Quien ganó el pulso no resultó ser uno de los grandes sino un rival igual o de menor escala que el combinado nacional.
Para decirlo de otra manera: a Colombia la derribaron jugadores que, salvo dos o tres excepciones como Juan Vargas, Alberto Rodríguez y Paolo Guerrero, militan en el discreto torneo peruano. AMPLIACIÓN